Veneranda Mendoza Herrera.
29 de abril de 2014. Con la finalidad de otorgarle mayores facultades para atender de manera
pronta a este sector que constituye más de la mitad de la población mexiquense,
el grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) promovió
la desaparición del Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social (CEMyBS) y
su conversión en Secretaría de la Mujer.
La diputada Ana
Yurixi Leyva, integrante de la Comisión de Igualdad y Género, expuso que en la
actualidad, de las 32 entidades federativas, sólo 4 estados tienen una
“Secretaría Estatal de la Mujer”; el resto de los casos son “Institutos”, y el
único “Consejo” es el del estado de México; es decir, esta última figura
incluso es de menor jerarquía.
“¡Cuál apoyo a
las mujeres, cuál política transversal si ni siquiera tenemos una Secretaría de
la Mujer, el Consejo depende de la Secretaría de Desarrollo Social cuando debe
ser independiente!”, lamentó.
En la
actualidad, los programas sociales que la Federación maneja para la mujer,
tienen que ser solicitados a través de la Secretaría de Desarrollo Social,
porque no está dentro de las atribuciones del Consejo gestionarlos ni tener
acceso a recursos vía federal.
Además
Desarrollo Social maneja programas sociales generales, pero no vinculados
específicamente a la mujer.
En el colmo de
los casos, lamentó, para prestar un vehículo o atender a las mujeres, el
Consejo tiene que pedirle permiso a la Secretaría de Desarrollo Social y eso “¡no
puede ser!”.
Por si fuera
poco, refirió, el CEMyBS además atiende a grupos vulnerables como los adultos
mayores, “pero esa es chamba de la Secretaría de Desarrollo Social, no del
Consejo de la Mujer”, de tal manera que consideró necesario sectorizar, separar
funciones.
Con su
conversión en Secretaría, detalló, incluso puede tener acuerdos con otras
entidades federativas para generar colaboraciones y apoyar directamente a la
mujer, sin mayores trámites ni pérdida de tiempo.
La nueva
dependencia, confió, no incrementará la burocracia, pues funcionaría con la
misma estructura del Consejo, pero con mayores atribuciones.
Para Leyva
Piñón, su creación está plenamente justificada si se tiene en cuenta que “somos
7.5 millones de mujeres, que representamos 51 por ciento de la población; por
eso necesitamos políticas públicas integrales, transversales y exclusivas, y
que Desarrollo Social se dedique a los demás programas”.